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Había sido un día de mierda. Literalmente. Y eso que odiaba las palabras malsonantes. Y el ruido, las manías infernales, los malos gestos, el desorden, tener que sonreír ante anécdotas que carecían de toda gracia, asentir ante comentarios absurdos... Y de pronto parecía que aquel día había sido un compendio de todo eso. Abrió la puerta del apartamento con cierto decaimiento, dio un portazo (cosa que también le desagradaba, al fin y al cabo implicaba dos elementos de la lista) y se desnudó. Sin meditar demasiado, se dirigió al lavabo y giró el grifo de agua caliente. Agarró el bote de gel, lo apretó con fuerza y dejó caer lo que quedaba de él en la bañera. Cuando estuvo medio llena, se introdujo en ella y cerró los ojos. Aquello resultaba muy agradable. Su cuerpo parecía empezar a alcanzar el equilibrio que tanto anhelaba. Se acomodó un poco más y comenzó a ver en su cabeza un campo verde, con margaritas y una casilla al fondo. Era su 'lugar seguro', el lugar al que acudía cuando estaba saturada del estrés y de su vida en general. Ya que la ciudad podía ser tan estresante y parecía estar tan lejos de todo, al menos podía viajar con la imaginación a donde ella deseara. Suspiró. Y pasó algo extraño, sintió cómo su cuerpo se inclinaba. La bañera parecía erguirse como un trampolín. Su cuerpo se deslizó y se hundió por completo. En el momento más inesperado, se descubrió flotando rodeada de humedad. Agua, agua y más agua. ¡Pero era salada! ¡Estaba en pleno mar! La respiración empezó a faltarle e intentó salir a la superficie. Aquello no podía estar pasando, no podía haber desaparecido de su bañera como de la nada. Hizo fuerzas con sus brazos, y consiguió llegar con dificultad a alguna parte. Alzó la cabeza y su nariz sintió el oxígeno. Cogió aire y se impulsó hacia arriba. Miró hacia arriba y sólo vio el azul de un cielo claro e inmenso. Procurando flotar en aquella repentina masa de agua miró al horizonte y no pudo ver más que el mar infinito. Sus ojos se abrieron como platos. ¡Estaba en medio del mar! Y perdió la conciencia.
1 comentarios:
Este relato no me ha gustado mucho, parece como si se hiciera realidad uno de las pesadillas más angustiosas que puedas soñar.
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