Remedio para la soledad VI

Se despidieron con un beso en la entrada. Un beso frío, lejano y quieto. Laura ni siquiera cerró los ojos. Carlos sí lo saboreó, pero con cautela. Al beso no le sucedió más que la separación lenta de los labios y una mirada profunda de adiós. Él suspiró, estuvo a punto de decir algo, no obstante, no dijo nada. Le sonrió con timidez, se dio la vuelta y se marchó con un gesto suave. Una vez su sombra se dispersó por la escalera, Laura cerró con brusquedad la puerta. El estruendo la hizo encogerse. Rápidamente deslizó las cerraduras, como intentando protegerse en su propia fortaleza. Dejó caer la cabeza en el marco, apoyó las manos y clavó las uñas. Con rabia. Se sintió sin fuerzas y se deslizó hasta el entarimado al mismo tiempo que caían sus manos. Se derrumbó en el suelo y sin ninguna clase de equilibrio se cubrió la mirada con los dedos. En su propia oscuridad empezó a llorar. Le temblaban la mandíbula y la nariz, casi no podía respirar. Su llanto era profundo y nervioso. Había perdido todo control de sí misma. Qué había hecho, qué había hecho. Ésas eran las únicas palabras que era capaz de pronunciar entre sollozos. La soledad no se había evaporado. Al contrario, era más intensa si cabía. Qué clase de remedio era aquél que la afligía más. De pronto, nerviosa, creyó hallar la respuesta. Corrió hacia el salón, buscó su teléfono móvil y marcó su número. Con expectación y lágrimas esperó los tonos de la línea. Uno, dos, tres… Pero nadie contestó.

7 comentarios:

Justo dijo...

Eso no vale, me has vuelto a dejar con intriga y deseoso de mas...

Respecto a Laura, me imagino que me sentiría igual o peor.

Yols dijo...

La pobre Laura no encuentra el remedio para su soledad... Tengo unas ganas de seguir leyendo...

Nélida Devesa dijo...

Descuida, que leerás más... Eso sí, tengo curiosidad por saber cómo creéis que debería seguir...

Yols dijo...

Pues yo creo que el ex de Laura y Carlos podrían coincidir en un nuevo trabajo, por ejemplo. En algún sitio donde tengan que convivir un tiempo, para que se cuenten cosas de la chica sin saber que es la misma mujer de la que hablan.
Te ha gustado mi idea?

Nélida Devesa dijo...

Pues mira... me ha dado ideas... ¡Gracias!

Nélida Devesa dijo...

Yols, estoy pensando que Carlos ya habís visto al novio de Laura, así que él sí sabría que hablan de la misma... ¿Alguna sugerencia más? De verdad, tengo mucha curiosidad por saber cómo os imagináis la continuación. Gracias a todos.

Anónimo dijo...

En la vida real, Laura seguiría con el imbécil de su novio. No me preguntes por qué, xo sé que es un imbécil...