Recuerdo tiempos en los que existía un mundo, una tierra misteriosa a la que corríamos a escondernos. Era nuestro lugar, nadie más lo conocía. Los momentos de ira, de rabietas estúpidas, de tristezas profundas o incluso inmensas alegrías eran buenas oportunidades para escaparnos a donde los ojos extraños no podían encontrarnos. Sin embargo, un día, una ola profunda cubrió nuestro escondite y dejó de ser el mismo. A partir de entonces, sería un lugar distinto para ti del que sería para mí. Durante estas últimas unidades de tiempo (ya no recuerdo si son semanas, meses o años) seguí recurriendo a este simulacro de paraíso, pero por algún motivo que desconozco, he perdido el norte y soy incapaz de encontrarlo. Tal vez lo robaron nuevos inquilinos, quién sabe si tú me lo arrebataste. Lo único que sé a ciencia cierta es que me he quedado sin mi mundo y estoy perdida.
‘Prontos, listos, ya’: la voz infantil de los veranos pasados
-
Recuerdo el olor del Ducados de papáUn Seat Córdoba y cantarVer la luna y
sollozar Julio Iglesias, Rigoberta Bandini. «Vacas. Postes. Auto blanco con
con...
Hace 2 semanas
1 comentarios:
me encanta!!
~J
Publicar un comentario