Siempre había tenido tantas cosas que decir, tantas, que tenían que pedirle que cerrase la boca. Era una persona de ésas que no soportan los silencios, aunque no resulten incómodos, y que comienza a hablar automáticamente, más que como un mecanismo. Siempre. Siempre había tenido historias que contar, algunas más divertidas, otras tediosas, pero siempre había habido algo. Sin embargo, de pronto, se había callado. No lo había hecho por rebeldía ni porque desease demostrar nada a nadie, simplemente se había quedado sin palabras. Movía los labios, hacía el amago de lanzar una sola palabra al viento y ésta carecía de sentido. No sabía muy bien qué pensar, es más, casi no podía pensar, el impacto aún perduraba. Un pequeño pinchazo bajo el abdomen le oprimía desde entonces, desde que todo cobrara sentido. En ocasiones sólo basta un pequeño detalle para que todas las piezas encajen. Intentaba reflexionar, sin embargo, ninguna palabra parecía la adecuada para definir aquella realidad. Ya eran dos días en el vacío, en el silencio. Comenzaba a acostumbrarse a ese nuevo reino de afonía. Tal vez fuera lo mejor, aceptar el silencio de una vez por todas y seguir adelante con su vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta fuerza tiene el silencio! Hay tantas veces que te gustaría romperlo pero no encuentras nada que de verdad merezca la pena decir... Sin embargo hay otras veces que te encanta que llegue la noche y el silencio te envuelva.
Yo creo que muchos sentimientos dependen en gran medida del entorno que los envuelva.

Anónimo dijo...

el silencio de una persona tiene multiples significados dependiendo tambien de la mirada de la persona, el silencio es incomodo entre dos personas, en cualquier situacion y mas si por ejemplo hay un arelacion de sentimiento o de miradas, esperando que uno rompa la barrera de habalr de algo o simple sacar un tema. Y si ese silencio es creado por 5 personas es aun mas incomodo y muestra la poca intaractividad entre ellos

Migue dijo...

Muchas veces aunque hables mucho y expeses tus sentimientos y tu forma de pensar o sentir realmente se crea un silencio aterrador cuando te enfrentas a la persona que quieres y su silencio se te clava en lo más hondo de tu corazón y entonces no sabes ni que decir e incluso si lo que llevabas pensado contarlo o no pues te ves desvalido y perdido , te causa un dolor tan grande su silencio que tu boca y tu mente ya no sabe ni reaccionar ni realmente donde estás.