Estaban enfrente el uno del otro en silencio. Ella intentaba hablar, pero ninguna palabra parecía adecuada para aquel momento. Se le venían tantas ideas y ninguna al mismo tiempo. Daba vueltas y vueltas en sí misma. Ella permanecía en silencio, pero su silencio resultaba atronador. Él, no obstante, estaba allí y su mutismo procedía de mucho más allá. No es que no supiera qué decir, simplemente no sentía nada. En aquella porción de sí mismo no había más que vacío. La miró esperando hallar una respuesta, un segundo, dos. Y nada. Agachó la cabeza y deseó apreciar algo. Una telaraña comenzaba a entrelazarse, se esforzó por oír a dónde podría llevarle. No, había sido una falsa alarma. No sentía nada. Simplemente, nada.

6 comentarios:

Justo dijo...

La verdad es que esas situaciones son incomodas, es como cuando subes en un ascensor y no conoces a nadie, que o miras al suelo o miras al numerito que indica por que piso va, incluso a veces en nuestra cabeza, empujamos al ascensor para que vaya mas rápido. O sino otra escena clásica, en la que vas a algún sitio con un conocido que te presenta su grupo y de repente desaparece y te observan todos como estudiante y al rato pregunta ¿Y de que os conocéis? Y piensas tierra trágame ¿Que hago yo aquí? Con los sentimientos pasa lo mismo, no debemos forzarlos, han de surgir. Yo tengo claro que hay que arriesgarse para ganar, muchas veces nos encantaremos en una situación parecida, sin saber que decir, en otras nos daremos cuenta de nuestro error, pero al menos lo habremos intentado.
Es un buen consejo, siempre que no seáis tan cobardes como yo, que normalmente por el miedo, vergüenza y falta de confianza, no pongo en práctica ninguno de mis consejos.

RJ11 dijo...

nena, veo que tu blog es todo un éxito de visitas :D

Nélida Devesa dijo...

La verdad es que no me puedo quejar... Incluso tengo un nuevo seguidor misterioso...

Anónimo dijo...

Sólo quiero que sepas que te leo, y que es un placer para mí. Pones mucho sentimiento en los relatos y además, como te conozco... Un beso gordo. Xulia

Nélida Devesa dijo...

Ni te imaginas la alegría que me producen tus palabras. Un beso para ti también.

Almu dijo...

Estoy leyendo todo lo q m había perdido... Jo, este relato, no sé xq, m da mucha pena... En fin, la vida...
Un beso wapa