Me gusta la redacción a medianoche. Las voces ya se han callado, reina el silencio y tan sólo se oyen los suaves roces al teclado. Los redactores ultiman sus crónicas entre paredes transparentes y blancas, añorando la hora de salida. Todos parecen concentrados, dedicados a una importante tarea. Al fin y al cabo, lo es. Yo me limito a observarlos y a soñar despierta... y a esperar el cierre.

3 comentarios:

Justo dijo...

Mientras que sueñes siempre habran ilusiones por las que luchar.

Anónimo dijo...

A mi también me encanta la redacción cuando está tranquila, pero yo me quedo con los fines de semana, es más familiar, todo más cercano, no te parece?

Nélida Devesa dijo...

Es cierto que los fines de semana está más tranquila, pero prefiero los cierres, porque la redacción parece descansar tras la atareada jornada.